La sostenibilidad se perfila como el eje estructural de la economía global. Ésta ha sido una de las ideas fuerza que han surgido de la conferencia anual que celebró Textile Exchange, la organización internacional que trabaja para acelerar el uso de materias primas preferentes en la industria textil, el pasado octubre en Lisboa. 

La edición de este año ha sido especialmente relevante porque ha evidenciado que la sostenibilidad ya no es algo complementario a la actividad principal de las compañías, sino que es una parte central del negocio y que debe integrarse en cualquier decisión financiera que se tome. 

El encuentro también ha evidenciado que la sostenibilidad textil ha entrado en una fase más madura y que ya no se trata tanto de hablar del qué hacer, sino del cómo (cómo escalar, cómo financiar, cómo medir, cómo compartir). 

Esto han sido los principales temas que se han abordado en los tres días de jornada: 

1. La importancia de contar con data fiable, tanto en la medición de impacto como en trazabilidad de la cadena de valor. En este sentido se ha remarcado la necesidad de desarrollar sistemas más precisos que permitan mejorar las métricas, y también tener paciencia con ciertos eslabones de la cadena, ya que a veces conseguir el dato de un tier  4 es laborioso y lento. 

2. La colaboración. Ninguna empresa será capaz de descarbonizar sola, y por ello es necesario que toda la cadena de valor colabore en esta transformación.  

3. La distribución equitativa de costes como elemento imprescindible para hacer realidad muchos proyectos. Es necesario que cada actor asuma la responsabilidad que le toca y que las inversiones se distribuyan de manera equitativa

4. El desarrollo de sistemas compartidos. Se ha puesto de manifiesto la gran cantidad de tareas repetidas que se podrían optimizar si se compartieran metodologías, datos y sistemas. Para avanzar más rápido es clave no duplicar trabajo. 

5. El marco legislativo. Se ha valorado como positiva la relajación de la Unión Europea, pero también se ha hecho hincapié en la incertidumbre que ciertos movimientos está generando. En este sentido, varias voces han remarcado la importancia de que toda la cadena de valor esté presente en los foros donde se influye en las decisiones políticas para que éstas representen de la mejor manera al sector. Un tema destacado ha sido los porcentajes de material reciclado que deberán incorporar los productos comercializados en la Unión Europea según el Reglamento Europeo de Ecodiseño y la necesidad de que este requerimiento conviva con otros materiales sostenibles preferentes. 

6. El reciclaje fibra a fibra también ha ocupado una parte importante de las conversaciones. Se ha presentado como una de las soluciones más efectivas, pero para que así sea se ha visto como imprescindible invertir recursos en localizar y gestionar este residuo y en desarrollar modelos de negocio circulares que permitan escalar.  

7. La visión largoplacista como elemento clave para que esta transformación sea real. Se ha hecho hincapié en la necesidad de invertir en soluciones menos innovadoras, pero que también son claves para la transformación. 

8. La justicia social como elemento conector de todas estas acciones. En ese sentido se ha instado a sacar la sostenibilidad de las oficinas y despachos y abordarla desde el terreno. 

9. Todo lo conseguido. Durante la Conferencia ha habido espacio para repasar y poner en valor todo lo avanzado hasta ahora y ofrecer una mirada optimista al recorrido que el conjunto del sector ya ha realizado para transformarse. 

10. La sostenibilidad como eje central del negocio. Ya no puede ser visto como algo paralelo, sino que debe formar parte de la estrategia de negocio, con objetivos compartidos entre todos los eslabones de la cadena, con una gestión rigurosa e integrando el riesgo climático en las decisiones financieras. 

Más información en la página de la Conferencia 2025 de Textile Exchange.